Obra
Estudio para la construcción del paisaje de la Laguna de Zempoala
Leyenda
2012
Carboncillo sobre papel y texto
154 x 254 cm
Colección privada
Artista
Por
Texto
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Caminar hasta el lugar donde el agua nace
Y esperar, sentado, que las nubes se levanten.
Wang Wei
Desde unos hace quince años, Ana Gallardo centra su trabajo en proyecto emocional, y lo articula entorno a la revalorización y la reutilización de un patrimonio íntimo, el suyo, y el de otros que han querido confiarle ciertos fragmentos. A semejanza de Robert Filliou, para quien el arte era “ lo que hace la vida mas interesante que el arte”, Gallardo percibe el hecho artístico en la vida cotidiana y las relaciones afectivas. El arte no constituye un fin en si mismo, sus propuestas se refieren a la vida civil, social y política.
La necesidad de narración, textual, sonora, visual, o las tres al mismo tiempo, como exorcismo o como conjuro, es el núcleo de su práctica. Sus obras están impregnadas de una gran espiritualidad, en un respeto casi religioso a las emociones, y los objetos que las acogen o las han acogido. Invocándolas a través del recuerdo, recogiendo con delicadeza esas reliquias de historias íntimas, de amor y de exilio, de soledad y de falta, la artista las reactiva, y reeduca en cierta manera la parte herida de la memoria.
El Estudio para la construcción del paisaje de la Laguna de Zempoala forma parte de un proyecto de instalación formada por varios dibujos, un video de animación, y de imágenes que componen el relato de la vida de la artista. Un texto introduce la obra, como es a menudo el caso en el trabajo de Gallardo, a la manera de una escena de exposición, de cine o de teatro.
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La descripción es sencilla, factual, sin decorum. La pieza evoca el destino de la madre de la artista, fallecida hace mas de cuarenta años, cuyo cuerpo estuvo en un principio enterrado durante años en el cementerio de la ciudad de Rosario en Argentina, en una tumba cedida por un amigo de la familia, mas tarde exhumado dejando lugar al amigo en cuestión, incinerado, puesto en una urna en el piso familiar, y finalmente transportado hasta México por la hermana de Ana en una pequeña bolsa de plástico.
El parque nacional Las Lagunas de Zempoala está situado en la provincia de Morelos, a una cincuentena de kilómetros de la ciudad de México. Este el lugar que Ana y su hermana Gabi eligieron para dispersar las cenizas de su madre. La artista vuelve veinte años mas tarde con su propia hija.
El formato dibujo, la densidad, el grosor del trazo y la negrura de ese paisaje que parece estar de luto, evocan tanto ciertos temores primarios de desaparición y vacío, como el resultado de un viaje iniciático, la promesa de una lejanía apacible. El texto ilumina el dibujo con limpidez y claridad. Razona aquí el proyecto de Ana Gallardo con un cierto humanismo que recuerda al de Camus: “una manera de concebir el mundo sin Dios(el absurdo); una manera de vivir(la revuelta); una manera de comportarse(el amor)”.
Traducido del francès por Andrea Rodriguez
Referencias
François Cheng, Souffle-Esprit, Folio-Essais 545, p. 124
Arnaud Corbic “L’ ‘humanisme athée’ de Camus,” Études 9/2003 (Tomo 399), p. 227-234 - lien.